sábado, 28 de agosto de 2010

JUDIOS QUE RECHAZAN EL SIONISMO

VED LOS VIDEOS Y SABED QUE EL SIONISMO NO ES UNA RAMA JUDIA ES UNA INVENCION DEL CAPITALISMO.



http://www.youtube.com/watch?v=mIFP-BIBmtg

Arrestados cuatro soldados israelíes por fotografiarse con palestinos detenidos


Cuatro soldados israelíes se encuentran bajo custodia por fotografiarse mientras apuntaban con un fusil a un palestino detenido y esposado.

La Fiscalía Militar acusó formalmente de hacer un "uso ilegal" de sus armas a los militares, que pertenecen a la unidad de ultraortodoxos judíos Nahal Haredí, según el servicio de noticias Ynet.

La acusación defendió ante una corte militar que los sospechosos deben permanecer por el momento bajo custodia, mientras que la defensa pidió que se les deje en libertad.

Las imágenes se encontraron en sus teléfonos móviles y se cree que fueron tomadas en la ciudad palestina de Yenín (en el norte de Cisjordania) en enero de este año.

El caso se conoce días después de que un escándalo similar saltase a la luz con la publicación por parte de la ex soldado Eden Aberjil en su página de Facebook de varias fotos en las que posaba sonriente al lado de palestinos esposados y con los ojos vendados.

El Ejército señaló en aquel momento que se trataba de un suceso aislado y que el comportamiento de la joven no representaba los valores éticos de la institución, que se considera a sí misma "el Ejército más moral del mundo".

Sin embargo, la ONG israelí Shovrim Shtika (Rompiendo el Silencio), integrada por soldados israelíes en activo y retirados, difundió una decena de fotografías de otros militares retratándose con palestinos detenidos o muertos para subrayar que no se trataba de una excepción, sino de algo común entre quienes sirven en los territorios palestinos.

Mientras tanto, el Ministerio de Exteriores egipcio señaló que la reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos, prevista para la próxima semana en Washington, pondrá a prueba la voluntad de Israel de alcanzar un acuerdo serio con los palestinos.

Así lo indicó el ministro de Exteriores de Egipto, Ahmed Abul Gheit, en un comunicado publicado después de reunirse con el coordinador especial de la ONU para la Paz en Oriente Próximo, Robert Serry.

Según el documento, el ministro Abul Gheit confirmó que la decisión palestina de dirigirse a Washington y participar en la reanudación de las negociaciones indica que desea tratar el tema de una forma positiva para llegar a un acuerdo.

No obstante, reconoció que el resultado de esos esfuerzos dependerá de que la parte israelí lleve a cabo los compromisos que garanticen el proceso de paz, que incluyen frenar la construcción de asentamientos en tierras palestina, incluido Jerusalén Este.

En el mismo encuentro, Abul Gheit conversó con Serry sobre la situación de la Franja de Gaza y los esfuerzos de la ONU para reactivar la economía y llevar a cabo diversos proyectos de reconstrucción en el territorio, bloqueado desde 2007.

Las fuerzas de Inteligencia de la Autoridad Palestina cierran conferencia contra las negociaciones directas


En Ramallah, el 25 de Agosto de 2010, la Inteligencia y las fuerzas de policía de la Autoridad Palestina atacaron, pararon y cerraron una conferencia nacional Palestina contra la participación en las negociaciones directas con Israel.

La conferencia, llamada por partidos políticos palestinos, personas independientes y organizaciones para los derechos humanos, fue organizada para denunciar las negociaciones – organizadas bajo los auspicios del gobierno de los EEUU - como hecho peligroso para la causa nacional Palestina.

El encuentro se ha tenido de forma simultanea con una conferencia en Gaza City, adonde representantes de diferentes partidos palestinos también denunciaban las negociaciones. La compañera Khalida Jarra, miembro del Bureau Político del Frente Popular de Liberación de Palestina ha hablado con “Ma’an News” en la conferencia, afirmando que las fuerzas de la Autoridad Palestina (AP), sin uniforme, se enfrentaron con los participantes del encuentro, “intentando impedir el evento desde el principio, cantando lemas y llevando los participantes fuera, hacia el centro de Ramallah.” Las fuerzas de seguridad en trajes civiles, gritando, interrumpiendo el encuentro, llevando los participantes fuera de la sala, garantizaron el hecho que la conferencia no pudiera seguir adelante.”

“Hemos querido demostrar nuestro rechazo a las negociaciones directas, y la AP ha decidido entrar en la sala de la conferencia y alargar los participantes hacia una reunión no planteada”, ha dicho la compañera Jarrar. Ha firmado también que la Autoridad fue “responsable por completo” en el cerrar la conferencia y en el intimidar los medios de comunicación. Las fuerzas de seguridad de la AP han atacado los periodistas y los miembros de las organizaciones para los derechos humanos que tenían cámaras. Éstas fueron confiscadas, fueron borradas fotos y secuencias y los periodistas fueron asaltados.

El FPLP ha emitido una declaración de condena contra las actividades de la Inteligencia de la AP en Ramallah, pidiendo una inmediata investigación para aclarar los responsables, y afirma que los hechos se han producido para “impedir el fortalecimiento del nuestro pueblo y sus representantes. Para impedir que se exprese su claro y explicito rechazo a estas negociaciones directas, organizadas en violación del “consensus nacional” y de la decisión del Consejo Central Palestino.”



Además ha afirmado que los servicios de seguridad palestinos deberían garantizar la seguridad, y no la represión, del pueblo palestino, subrayando que estos recuerdan más las agencias de seguridad de los regimenes Árabes reaccionarios, que solían reprimir nuestro pueblo, cómplices en el esquema de represión con el reto de impedir que nuestro pueblo sigua por el camino de la causa nacional. En fin, termina la declaración, estas acciones no conseguirán nunca para la lucha del pueblo palestino y de sus fuerzas nacionales e islámicas, ni en el interior ni fuera de Palestina. No conseguirán nunca que estas fuerzas luchen contra estas negociaciones que intentan parar nuestros derechos, nuestro pueblo y nuestra causa.

viernes, 27 de agosto de 2010

Revuelta palestina contra los colonos en Jerusalén


Vehículos incendiados y contenedores de basura ardiendo formaron grandes luminarias en la noche de hoy en las desniveladas calles de Silwan, un barrio palestino de Jerusalén Este de donde los israelíes están expulsando poco a poco, pero con firmeza, a la población autóctona. Lo hacen para poner en su lugar a colonos judíos, con la complicidad de la comunidad occidental, que sabe perfectamente lo que ocurre pero mira para otro lado.

El pretexto que dio origen a la revuelta, según la policía israelí, fue la discutida propiedad de un camino vecinal que se disputan los palestinos y los colonos que ya se han establecido en Silwan, y que son unas 70 familias. La policía dice que el camino pertenece a los colonos porque así lo dictaminó un juez israelí hace diez años.

El sendero conduce a un antiguo manantial que los colonos usan para lavarse antes de las oraciones de la mañana. Los colonos se desplazan por Silwan fuertemente armados y habitualmente provocan a los palestinos mientras la policía se desentiende.

Los palestinos, sin embargo, sostienen que los incidentes se desencadenaron cuando varios colonos trataron de entrar de noche en una mezquita que hay cerca del manantial. Los palestinos los vieron y comenzaron a gritarles, por lo que los colonos se fueron a una de sus casas en el barrio. Los palestinos arrojaron entonces piedras contra la casa; los colonos respondieron con sus armas de fuego. Acto seguido comenzó la revuelta en todo el barrio.

Represalias de los colonos

En los últimos meses los colonos han prendido fuego a varias mezquitas de Cisjordania dentro de la política que ellos denominan tag mejir, que consiste en tomar represalias contra los palestinos con cualquier excusa, incluso sin ningún incidente previo, sabedores de que la policía y el ejército los protegerán.

La vaguada de Silwan desciende desde la ciudad amurallada, en la parte donde se encuentra la mezquita Al-Aqsa, por una pendiente orientada hacia el sur donde hay ruinas antiguas. Los arqueólogos, y los políticos israelíes, sostienen que allí estuvo la Ciudad de David, aunque historiadores occidentales independientes afirman que David es una creación literaria que se construyó varios siglos después del año 1000 antes de Cristo, cuando según el Antiguo Testamento vivió ese rey.

Por otra parte, en medios políticos israelíes se considera que el primer ministro Binyamin Netanyahu está aprovechando la "presión" de los partidos de la derecha, incluido el Likud, para presentarse ante el presidente Barack Obama como alguien que no quiere reanudar la construcción en las colonias de Cisjordania, aunque se verá "obligado" a ello si quiere mantener la coalición de gobierno.

El día 2 de septiembre se reanudarán en Washington las negociaciones directas entre israelíes y palestinos, mientras que la moratoria para construir en las colonias judías expira el próximo 26 de septiembre. Ahora mismo se considera que Netanyahu adoptará una solución "salomónica" y permitirá la reanudación de las obras en al menos los grandes bloques de colonias

CPM organiza un acto para apadrinar niños palestinos huérfanos y desfavorecidos


Mañana sábado, a partir de las doce de la noche, el Palacio de Exposiciones y Congresos (PEC) acogerá un acto pro palestina organizado por Coalición por Melilla (CPM). Así lo anunció ayer su secretario de Organización Hassan Mohatar quien, en rueda de prensa, informó de que este acto se organiza para apadrinar a niños huérfanos y desfavorecidos de Gaza por 50 euros al mes o 600 euros al año, un dinero que será canalizado a través de ONG palestinas.

El secretario de Organización de Coalición por Melilla (CPM), Hassan Mohatar, informó ayer de que mañana sábado, a las doce de la noche, el Palacio de Exposiciones y Congresos (PEC) acogerá un acto pro palestina con el fin de apadrinar a niños huérfanos y desfavorecidos de Gaza.
En rueda de prensa, el dirigente cepemista recalcó que en esa zona hay un 42,5 por ciento de niños que no tienen padres, así como que, en 2009, más de 1.500 menores quedaron huérfanos. En total, según explicó Mohatar, 5.200 niños palestinos no tienen padre ni madre.
Del mismo modo, desveló que el 85 por ciento de los menores han visto cómo sus casas "han sido invadidas por militares", al tiempo que hizo hincapié en que, según los últimos datos, existen en Palestina más de 30.000 niños menores de cinco años con problemas de desnutrición.
Por todo ello, Mohatar hizo un llamamiento a la "solidaridad" de los melillenses para que apadrinen a un niño palestino por 50 euros al mes o 600 euros al año. Este dinero, por cierto, será canalizado por ONG palestinas. De hecho, quienes asistan a este acto serán testigos de una videoconferencia con los responsables de estas ONG.
En este sentido, cabe recordar que este acto no será el primero que el partido líder de la oposición haga en pro del pueblo palestino. No en vano, allá por enero de 2009, la formación que dirige Mustafa Aberchán llevó a cabo una campaña para recaudar fondos para Palestina, una campaña en la que se llegó a recaudar unos 70.000 euros con los que se han construido, entre otros, varios invernaderos que han dado "trabajo y estabilidad" a la población de Gaza.

miércoles, 25 de agosto de 2010

El FPLP rechaza y llama a la acción contra el retorno a las negociaciones directas


El compañero Maher al-Taher, miembro del Bureau político del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP, NdT) y líder del ramo del partido fuera de Palestina, ha afirmado el 20 de Agosto 2010 que el objetivo de las negociaciones directas entre Israel y la Autoridad Palestina es lo de liquidar la causa palestina y no lo de buscar una solución política. Resulta claro, por los eventos y las acciones de Israel, que es imposible buscar una solución política con una entidad que quiere el control total sobre todos los aspectos de la existencia de los palestinos.

Además, el compañero Taher ha afirmado que “Después de 40 años de lemas que piden una decisión independiente para la Palestina, hoy la Autoridad Palestina es un sujeto de los EEUU y de Israel y que somos una nación prisionera. Esto representa el grande riesgo de la causa palestina.” Resulta claro, sigue el compañero Taher, que la Autoridad quiere entrar en esas negociaciones directas cuando la Alta Comisión Árabe por el Desarrollo las ha aprobada, afirmando que la declaración producida por el Cuarteto a favor de esas negociaciones es una tontería burlesca; queda claro que nada saldrá por esas negociaciones si no el hecho de dañar aún más la causa palestina y que la declaración existe solo para volver a las negociaciones y, de hecho, una excusa para una traición inaceptable.

Además ha subrayado el hecho que el volver a esas negociaciones representa para la Autoridad Palestina entrar en un túnel oscuro que conseguirá solo concesiones. El compañero Taher ha afirmado: “Que conseguiremos por esas negociaciones – ¿Los ocupantes se irán de Jerusalén? Reconocerán el derecho al retorno? Hasta que no se logren estos objetivos, esas negociaciones son absurdas!”

El compañeros Taher ha dicho, además, que la decisión del Comité Ejecutivo de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina, NdT) de aprobar esas negociaciones deja claro que la independencia en tomar decisiones y la democracia en esta institución resultan una farsa, visto que el pueblo palestino ha expresado claramente su contrariedad a las negociaciones. Ha afirmado que el pueblo está determinado en defender con sus propias fuerzas su país y que el FPLP pide el fin de ésta farsa y quiere hechos concretos, no solo afirmaciones públicas. Las facciones palestinas dentro y fuera de Palestina están de acuerdo en luchar contra esas negociaciones. El rechazo al volver a las negociaciones es muy amplio mientras, además, Israel sigue construyendo asentamientos en la zona judía de Jerusalén bajo la presencia y la autoridad de la Agenda de los EEUU que quiere la trasformación de la región a través de la destrucción de los derechos nacionales.

En fin, termina afirmando que queda claro que la nuestra prioridad nacional tiene que ser el fin de las divisiones internas y seguir con la resistencia. El pueblo palestino resistirá contra cualquier tipo de intento que pare sus derechos nacionales, y da un amplio rechazo a las negociaciones.

El compañero Abu Ahmad Fuad, miembro del Bureau Político del FPLP, ha afirmado el 21 de Agosto de 2010 que la entrada de la Autoridad Palestina en las negociaciones directas con Israel representa una apuñalada contra las instituciones de la OLP, las resoluciones del Consejo Central y contra el pueblo Palestino. El compañero Fuad ha subrayado que los representantes de la OLP están rechazando cualquier tipo de regulación democrática en respeto a las decisiones del Consejo Central o del Consejo Nacional. Además, sigue el compañero Fuad, la mayoría de las facciones en la OLP están contra las negociaciones directas y que cualquier decisión a favor de las negociaciones - en un Comité Ejecutivo donde más de la mitad de los miembros es absente - es ilegal tanto en la forma como en el contenido.

El FPLP condena las declaraciones del Cuarteto a favor de las negociaciones directas, afirmando que representan una paga aceptación de los asentamientos y de la ocupación. Que la palabra “paz” representa solo un lema vacío hasta que el derecho al retorno de los palestinos, la independencia y la autodeterminación quedan violados cada día. Además, el Frente afirma con su declaración, que el Cuarteto intenta alejarse de las leyes internacionales y de las resoluciones de la ONU con el objetivo de sustituir la legitimidad internacional con su dudosa autoridad. El Cuarteto no tiene legitimidad o autoridad legal ninguna sobre la causa y el pueblo palestino.

El Frente afirma además que las facciones palestinas, el “consensus nacional” y las decisiones del Consejo Central están de acuerdo en el rechazar las nuevas negociaciones, afirmando que este tipo de negociación hace falta solo a los planes del régimen de Netanyahu para violar los derechos de los palestinos bajo la falsa excusa de “la seguridad y la paz económica”.

El comunicado del Frente subraya que este tipo de negociación representa una trampa peligrosa y una manera para forzar los palestinos a nuevas concesiones, mientras intentan esconder los crímenes de la ocupación. Las negociaciones resultan, además, un intento útil para servir los intereses y los planes de los EEUU para el control y la hegemonía en la región, la consolidación y la ahondamiento de la divisiones internas palestinas, traicionando los sacrificios de los mártires, de los heridos y de los presos del nuestro pueblo.

La declaración del Frente se acaba con la llamada a todos los palestinos, dentro de Palestina, en exilio y de la diáspora, a todas las fuerzas nacionales e islámicas y las instituciones de aumentar su vigilancia y de tomar acciones urgentes para rechazar cualquier negociaciones, directas u indirectas. Afirma, por fin, que es necesario un claro, serio, responsable y fuerte rechazo contra el “camino de Oslo” y todo lo que se ha producido por el. Hace falta su sustitución con una estrategia nacional que haya como prioridad los derechos del pueblo palestino. La reorganización de las fuerzas palestinas en una unida y democrática OLP con todas las fuerzas nacionales e islámicas, que defienda el derecho de nuestro pueblo a la resistencia, que acabe con la ocupación y con los asentamientos, que libere nuestros presos, que consiga el derecho al retorno y establezca nuestra Palestina independiente, soberana y con Jerusalén como capital.

Miles de niños palestinos no tienen acceso a la educación en Jerusalén Este


La Organización No Gubernamental (ONG) Ir Amin denunció este martes que cerca de 5 mil 300 niños palestinos no tienen acceso a la educación en Jerusalén Este, mientras que otros mil carecen de aulas apropiadas para recibir la enseñanza.

"Miles de niños palestinos de Jerusalén estudian en aulas hacinadas y en edificios con frecuencia vetustos. Muchos de ellos se ven obligados a recurrir a la educación privada y miles, que no tienen medios, se quedan en casa", señaló un informe elaborado por Ir Amin.

El texto especificó que más de 40 mil alumnos se inscribieron en establecimientos privados y 5 mil 300 no estudian.

De acuerdo con el estudio, en la actualidad se están construyendo sólo 39 aulas para los niños palestinos, cuando en realidad hacen falta mil.

Por su parte, la radio pública del ayuntamiento de Jerusalén, en informaciones recientes, dio cuenta de la falta de 700 aulas en la parte árabe.

La ONG Ir Amin denunció la doble moral de las autoridades israelíes, pues intentan mostrar a la comunidad internacional que en Jerusalen Este existen políticas de igualdad entre israelíes y palestinos, pero en la práctica, estos últimos carecen de beneficios del Gobierno.

"Las autoridades israelíes afirman que Jerusalén está unificado pero sigue ignorando los compromisos legales aplicables a los niños", lamentó la directora de Ir Amin, Yehudith Oppenheimer.

"Las gravísimas negligencias que sufre el sistema educativo de Jerusalén Este prepara el terreno para una catástrofe", advirtió por su parte la abogada Tali Nir, también miembro de la ONG.

En tanto, en el Medio Oriente se sigue abogando por el inicio de un diálogo franco entre Israel y Palestina que trabaje por la paz de la región.

El jefe del equipo negociador palestino, Saeb Erekat, afirmó este lunes que el diálogo directo de paz con Israel dependerá en gran parte de que no se siga expulsando a sus connacionales de sus hogares para la construcción de asentamientos.

El Apartheid palestino


El conflicto palestino-israelí es, sin lugar a dudas, el más cubierto periodísticamente en las últimas décadas. Un hecho que ha desalentado a más de una generación de periodistas que ha visto cómo, pese a estar ampliamente documentado, no ha menguado en su brutalidad ni tiene visos de resolverse en los próximos años.

Muchos son los profesionales de la información que, en sus crónicas, cargadas de sangre, sudor y lágrimas, han apostado por introducir también el derecho internacional en medio con el fin de cargarlo de verdad jurídica indiscutible gracias a los numerosos tratados internacionales firmados por la mayoría de los países del mundo y que, por tanto, son signatarios de compromisos básicos con toda la humanidad y no sólo con sus ciudadanos.

Paralelamente, la aplicación del concepto de apartheid a la situación de los territorios ocupados palestinos a manos del Estado israelí se ha ido consolidando en los últimos años. En una entrevista realizada por periodismohumano hace algunos meses a Raji Sourani, director del Centro de Derechos Humanos de Palestina, y el abogado palestino especializado en DDHH más reconocido internacionalmente, explicaba así la concienzuda labor que desarrolla su organización, a través, entre otras labores, del informe semanal que recopila semanalmente los crímenes cometidos por Israel: "los crímenes de guerra necesitan ser legalmente documentados y difundidos. Israel llegó a pedir que el Papa se disculpara por haber estado al tanto de la persecución de los judíos y el Holocausto y no haber actuado.

Pues nosotros nos queremos asegurar de que la gente lo sabe y de que nadie pueda decir que no lo sabía". Sourani es el autor del prólogo de este libro.




Documentar, es una de las prioridades de las organizaciones de derechos humanos, lo cual sólo puede tener un fin: la respuesta de la justicia internacional. Y en medio de este panorama aparece el libro Apartheid contra el pueblo palestino, un informe elaborado por Luciana Coconi, una especialista en Estudios Internacionales y habitual colaboradora del Instituto de Derechos Humanos de Cataluña.

¿Por qué escribes este libro?

Una agrupación de entidades que trabajan por Palestina en Cataluña me planteraron hacer una análisis jurídico para averiguar si de acuerdo al derecho internacional Palestina vive una situación apartheid. El discurso social ya está bastante extendido, pero faltaba un planteamiento desde el derecho.

Entonces pensé que las fuentes de información debían ser la propia Naciones Unidas a través de los informes anuales que los distintos comités de los Tratados (para la eliminación de la discriminación racial, de derechos del niño, para la eliminación de la discriminación contra la mujer...) así como el derecho internacional de los derechos humanos -el que protege a los ciudadanos frente al Estado-, del derecho humanitario internacional -el que se aplica en conflictos o en situaciones de ocupación- así como del derecho interno israelí.

En base a todos estos, y pese a que Coconi confiese que en algunos momentos sintió que este trabajo no era más que una recopilación de datos, precisamente su valor informativo es que recoge una serie hechos y cifras resultados de violaciones sistemáticas del derecho según las propias Naciones Unidas y de plantemientos legales de Israel que incuestionablemente llegan a la conclusión de que este Estado ejerce un apartheid contra el pueblo palestino.

Sorprende la claridad con la que se expresan estos informes o los Relatores Especiales de ONU, como Richard Falk en su informe sobre la situación entre enero y julio de 2008, por ejemplo cuando apunta que todas las violaciones de derechos humanos que va relatando con mucha más contundencia que la mayoría de las informaciones de los medios de comunicación, sorprendentemente, han provocado que "la mayoría de los civiles experimente ira, ansiedad, pánico, depresión, frustación y desesperación, sentimientos provocados por las prácticas de ocupación israelíes, el asedio y la pobreza".

Puesto de control de Qalandia para ingresar a Jerusalén, donde miles de palestinos son sometidos a una humillación cotidiana cuando intentan dirigirse a sus trabajos, a la escuela, o al médico (AP)

Uno de los asuntos que recoge el informe es cómo Israel intenta exhimirse del cumplimiento del derecho internacional de los derechos humanos en los Territorios Ocupados.

Según Israel, en el caso de los Territorios Ocupados sólo se aplicaría el Derecho Internacional Humanitario, es decir, el que le obliga como potencia ocupante a ciertas obligaciones con su población.

Pero tampoco lo cumple porque las colonias son ilegales, las demoliciones son castigos colectivos y, por tanto, ilegales, y todas las violaciones de derechos humanos vulneran el derecho internacional. Y por otro lado está el derecho internacional de derechos humanos, que son todos los tratados de las Naciones Unidas, que según Israel sólo se aplicarían en su Estado porque este derecho regula las relaciones entre el Estado y los ciudadanos. Sin embrgo, la ONU desde hace mucho tiempo viene insistiendo en que estos también deben aplicarse en los territorios ocupados puesto que están bajo el control y la autoridad israelí, por lo tanto, Israel tiene que garantizarles los mismos derechos que a sus ciudadanos.

Por ejemplo: no puede ser que la definición legal de menor de edad en Israel sea menor de 18 años y en Palestina de 16. Hay un doble estándar permanente que convierte a los palestinos que viven en Israel como en los TOP en ciudadanos de segunda.

Siguiendo con este tema, la mayoría de los informes de la ONU denuncian el trato dado a los menores palestinos y árabes israelíes por parte de Israel.

La diferencia en la minoría de edad es lo más grotesco. Pero a esto hay que sumar las violaciones de sus derechos, que también los son en los adultos, pero que si cabe, aún son más graves con estos jóvenes: las declaraciones bajo torturas, las detenciones administrativas, encarcelamiento en prisiones en territorio israelí de tal modo que sus familiares no pueden visitarles.. Con la excusa de que puedan haber cometido actos terroristas según su legislación, se saltan todos los tratados.

Hablas de las detenciones administrativas, una figura jurídica israelí ilegal según toda la legalidad internacional vigente.

Los estándares marcan que si una persona es detenida, tiene que serlo bajo una acusación, por un período muy corto y tiene que tener acceso a la asistencia de un abogado. Pero en base a unas leyes antiterroristas muy ambiguas, el Estado israelí detiene a muchas personas por plazos de seis meses que se pueden ir prorrogando sin saber de qué se les acusa. Esto es contrario a los derechos más básicos del derecho internacional.

A menudo Israel utiliza el tema de la situación de la mujer en su Estado como un referente de su superioridad moral frente a la situación de ésta en el mundo árabe. Sin embargo, el Comité contra la discriminación contra la mujer de la ONU, es muy duro con la doble discriminación sufrida por la mujer palestina y la árabe israelí.

Uno mira los presupuestos para salud, educación, vivienda... y evidentemente hay una discriminación para la población árabe de Israel. Y esto se nota más en la población femenina, incluída la falta de representatividad en la administración pública, por ejemplo. Por otro lado están las mujeres beduínas del Neguerev, esta población que era nómada y que ha sido obligada por Israel a sedenterizarse, está muy discriminada. Prácticamente no tiene ningún derecho a nada y en el caso de la mujer, aún peor.

Nacionalidad y ciudadanía son dos conceptos que Israel aplica discriminatoriamente, según todos los informes jurídicos.

La nacionalidad está asociada a ser judío y no a ser israelí. Entonces, las personas palestinas que se quedaron después de la guerra del 48, y que tienen documentación israelí, son considerados ciudadanía, lo que trae aparejado la privación de una serie de derechos. Esta ley establece que se puede ser ciudadano nacional o ciudadano no nacional. Los que son ciudadanos no nacionales, como los palestinos que se quedaron tras las expulsiones de 1947-1949, no pueden ser beneficiarios de ninguna de las instituciones y privilegios reservados a los nacionales, es decir, el acceso a la mayor parte de los recursos del Estado, que son manejados por el Fondo Nacional Judío, la Organización Sionista Mundial y la Agencia judía.

La ley de retorno, una de las leyes pilares del Estado israelí, permite que cualquier persona de origen judío pueda ir a Israel e inmediatamente recibir la ciudadanía y la nacionalidad, y todos los privilegios que llevan aparejados. Está situación obviamente es claramente discriminatoria.

Y la Ley de Ciudadanía y Entrada a Israel que obstaculiza a los árabes israelíes que tienen sus parejas en Cisjordania la reagrupación familiar en suelo israelí.

A partir de ahora, ¿cuál es el recorrido de este libro?

Israel tiene muy buenos abogados encargados de buscar argumentos "jurídicos" para justificar sus acciones. Pensamos que es necesario tener una herramienta jurídica para las personas que defienden los palestinos en los Territorios Ocupados y en Israel. Porque sí que hay leyes que les protegen, pero también hay que hay falta de voluntad política por parte de los países que deberían obligar a Israel a que cumpla con el derecho.

Y lo que se está haciendo es dejar que Israel viva al margen del derecho, por encima del derecho, haciendo lo que le viene en gana. Mucha gente tiene una imagen de una Naciones Unidas tibia, alejada de la realidad. Pero los informes son muy contundentes, relatores especiales que hablan de apartheid, de violaciones de derechos humanos muy graves e incluso denuncian situaciones que ni siquiera se daban en el apartheid sudafricano como es la existencia de carreteras separadas, como ocurre en Cisjordania. Ni siquiera en Sudáfrica existían carreteras para los blancos y otras para los negros.

Pero el órgano que toma decisiones es el Consejo de Seguridad con sus cinco miembros permanentes, entre los que está Estados Unidos que va a frenar cualquier condena a Israel.

Así que este libro tiene que servir para sensiblizar. Hay un gran número de personas que piensa que éste es un discurso que no tiene sustento, que es proárabe o antisemita... No, este es un argumento de derechos humanos y estos deberían ser respetados por todo el mundo. En definitiva, esta documentación tiene que servir para que la sociedad civil se apropie de ella y usarla como herramienta de derecho para exigir a los gobiernos que actúen. Naciones Unidas ha sido muy contundente, pero el tema está en quienes tienen el poder de decisión política.

Colonos judíos incendian olivos y cultivos palestinos


La violencia de los colonos judíos volvió a dirigirse este lunes contra los palestinos en el norte de Cisjordania, en represalia por el desmantelamiento realizado por la Policía israelí de algunas casas prefabricadas y contenedores que habían levantado en sus enclaves salvajes.

No se sabe de quién partió la decisión de desmantelar varias estructuras de tres pequeños enclaves del sur de Nablús Adei Ad, Nofei Yarden y Mitzpe Danny, puesto que el ministro de Defensa, Ehud Barak, se encuentra de vacaciones fuera de Israel. En cualquier caso, la decisión no agradó a los colonos, que una vez más decidieron tomarse la venganza por su mano.

Pero los colonos optaron por no agredir a los soldados ni a la Policía. En su lugar, prendieron fuego a más de 1.500 olivos y campos de cultivo cerca del asentamiento de Yetshar,al sur de Nablús, según testigos palestinos. Gasan Daglas, un funcionario del Ayuntamiento de Nablús, dijo que una decena de colonos montados a caballo y con antorchas provocaron los incendios.

Bloqueo de carreteras
Los soldados llegaron más tarde y trataron de contener a los colonos que fueron a Hawara, deteniendo a algunos de ellos. Los judíos habían bloqueado la carretera y arrojaron piedras contra los vehículos palestinos que circulaban por allí. Al menos dos civiles resultaron heridos leves.

A diferencia de los asentamientos más grandes, los pequeños se han establecido sin contar con el permiso previo del Ejército. Los colonos confían en que más adelante el Ministerio de Defensa les otorgue la autorización oficial.

Se ha convertido en una costumbre que cuando se desmantela alguna caravana de esos enclaves, algo que no ocurre muy a menudo, los colonos reaccionen inmediatamente atacando a los palestinos que encuentran en su camino. Los colonos viajan desde los asentamientos hasta los pueblos árabes y asaltan a los palestinos o sus propiedades.

Entre las represalias habituales que adoptan, figura el incendio de los campos y árboles, el envenenamiento de pozos de agua y de ganado, dar palizas a los palestinos, talar sus árboles frutales o impedirles llegar a los campos para trabajarlos o recoger su fruto.

Abbas dice que no negociará si Israel sigue la colonización


Estados Unidos anunció el viernes una reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos y señaló que comenzarían el 2 de septiembre "sin condiciones previas". El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, impuso ayer, sin embargo, una condición: si Israel seguía construyendo colonias en los territorios ocupados, no habría negociación de ningún tipo.

"Los asentamientos y la paz representan dos líneas paralelas que no pueden unirse; una decisión israelí de proseguir con la construcción de asentamientos significaría que Israel no quiere seguir con las negociaciones, porque las conversaciones no pueden proseguir si los asentamientos prosiguen", escribió Abbas en una carta entregada ayer a una representación del Cuarteto (Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y ONU) patrocinador del plan de paz.

Abbas no amenazó con faltar a la cita de Washington, pero dejó claro que el nuevo proceso nacería muerto si no hubiera un compromiso israelí. Benjamín Netanyahu impuso en noviembre de 2009 una congelación de las construcciones en los territorios ocupados, que expira el próximo 26 de septiembre. Hasta ahora, Netanyahu ha venido declarando que la moratoria no será extendida. Abbas no basa su exigencia en la moratoria israelí ni en la fecha clave del 26 de septiembre, sino en la llamada hoja de ruta respaldada por el Cuarteto, en la que se especifica con claridad que Israel debe dejar de construir.

La cita de Washington es encarada con ánimo muy distinto en uno y otro lado. Los negociadores palestinos, muy presionados por el presidente Barack Obama, no ocultan su pesimismo. Benjamín Netanyahu, que desafió directamente a la Casa Blanca haciendo coincidir el anuncio de nuevas construcciones en Jerusalén Este con una visita a Israel del vicepresidente Joe Biden, cree haberle tomado la medida a Obama y exhibe su optimismo.

"La consecución de un acuerdo de paz entre la Autoridad Palestina y nosotros es algo difícil, pero no imposible", proclamó durante la reunión del Consejo de Ministros celebrada ayer. "Acudimos a las conversaciones con un deseo real de alcanzar un acuerdo de paz entre los dos pueblos, mientras protegemos los intereses nacionales de Israel, por encima de todo la seguridad".

Netanyahu estableció los tres objetivos de su Gobierno: "Primero, mecanismos de seguridad auténticos y sostenibles; segundo, el reconocimiento de Israel como el Estado nacional del pueblo judío, lo que significa que la solución a un problema como la exigencia del retorno

debe realizarse en territorio del Estado palestino; y tercero, el fin del conflicto", lo que supone que no podrá haber reclamaciones de ningún tipo en el futuro.

martes, 17 de agosto de 2010

'Los trofeos de guerra' de los soldados israelíes


La ex soldado israelí Eden Abergil colgó el fin de semana en Facebook unas fotos de su servicio militar. Aparecía muy sonriente junto a palestinos esposados y con los ojos vendados. Su época en el Ejército, explicaba, había sido la más feliz de su vida. Las fotos se difundieron y el lunes se convirtieron en un escándalo. Un portavoz militar israelí, Avi Benayahu, las calificó de "vergonzosas" y aseguró que Abergil constituía una rara excepción. Poco después, a Abergil le fue retirada su condición de soldado en la reserva por haber humillado a ciudadanos palestinos.

La organización Breaking the Silence (Rompiendo el silencio), fundada en 2004 por el sargento en la reserva Yehuda Shaul , acaba de colgar en Facebook una serie de fotografías que demuestran que Eden Abergil no es una excepción, sino la norma.

Breaking the Silence, formada por soldados reservistas que, Shaul incluido, han cometido acciones que ellos mismos consideran bochornosas y que llevan seis años denunciando en Israel y en todo el mundo (en primavera realizaron una exposición en Madrid ), recogen constantemente testimonios de soldados y consideran que el desprecio por la dignidad de los palestinos es "el resultado del dominio militar sobre una población civil durante un largo periodo de tiempo". Exactamente desde 1967, cuando Israel ganó la Guerra de los Seis Días y ocupó Cisjordania, Gaza, los Altos del Golán y el Sinaí (devuelto a Egipto en 1979).

"Asumir la responsabilidad no consiste en culpar a los soldados de rango inferior, sino enfrentarse a la baja condición moral de los mandos que son responsables de las normas vigentes en el conjunto del Ejército", dice Breaking the Silence.

Un final de película para la flotilla

Al igual que las Torres Gemelas tuvieron película, el buque Mavi Mármara tendrá la suya. Una productora turca está recreando el asalto del Ejército de Israel a la flotilla humanitaria del pasado 31 de mayo, en la que murieron nueve ciudadanos turcos. El filme El Valle de los Lobos: Palestina, que espera ser un éxito en los cines de Oriente Medio, ha desatado la polémica desde que empezó su rodaje, hace un mes, en el sur de Turquía. Según las declaraciones de diplomáticos recogidas por la prensa turca, la película puede empeorar aún más las delicadas relaciones entre Turquía e Israel.

La historia empieza con el barco Mavi Marmara acercándose a las costas de Israel en la víspera del asalto. Pero en la versión cinematográfica, un comando de fuerzas especiales turcas llega a Palestina y consigue apresar al comandante del Ejército israelí a cargo del ataque antes de que lo inicie.

La película, con un presupuesto de 10 millones de dólares, "lo tiene todo para triunfar", asegura una ejecutiva de la productora, Pana Films. Violencia, sentimiento patriótico, un enemigo común y un héroe, Polat Alemdar, al que millones de jóvenes turcos consideran su James Bond nacional.

El Valle de los Lobos: Palestina es la tercera entrega de una serie que se inauguró en 2006 con una película sobre la invasión de Irak. En ella, marines norteamericanos capturaban y asesinaban a las fuerzas especiales turcas. La película causó un gran impacto en Oriente Próximo, donde los personajes son admirados y los actores tratados como héroes. La trama le valió a la productora duras críticas por sus supuesto antisemitismo y antiamericanismo, pero a la vez unos ingresos que, tan sólo en Turquía, superaron los cuatro millones de dólares (3,2 millones de euros).

"Desde el inicio las sucesivas entregas de El Valle de los Lobos, han querido apelar al sentimiento patrio y neo-otomanistas. Los americanos, por ejemplo, son los malos, algo novedoso en una superproducción y que gusta mucho en Oriente", explica Ahmet Mete, estudiante de cine en la Universidad de Estambul y seguidor de la serie. El título de la producción evoca la mitología turca, según la cual un lobo guió a los primeros turcos fuera de un valle donde sus enemigos les tenían acorralados. Actualmente el lobo es un animal de fuerte impronta nacionalista, del que los turcos se consideran descendientes y al que muchos partidos políticos aluden en sus mensajes.

La película llega en un momento delicado en las investigaciones sobre el asalto. La semana pasada, el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, anuncio la creación de una comisión de investigación independiente en Ankara.Por su parte, Behadri Özdene guionista de la película,explica a EL PAÍS a travésde correo electrónico, que su intencion es "hacer que el mundo preste atención a lo que pasa en Gaza". Una idea que también comparten en IHH, la ONG que fletó la flotilla humanitaria. Contactados telefónicamente, aseguran que cualquier acción mediática a favor de la flotilla era positiva.

El Valle de los Lobos: Palestina, se estrenará el 5 de noviembre en Turquía, y posteriormente en 81 países más, entre ellos España

Una ex soldado israelí cuelga en Facebook fotos en las que humilla a palestinos


Las imágenes emitidas por la televisión pública de una soldado israelí posando con una sonrisa al lado de unos prisioneros palestinos con los ojos vendados y las manos atadas han sacudido Israel.

La soldado, Eden Abargil, en realidad una ex recluta durante su servicio militar obligatorio de dos años, había colgado las instantáneas en su perfil de la red social Facebook dentro de un álbum titulado "El Ejército, el mejor periodo de mi vida". Los palestinos que le acompañan son un grupo de prisioneros cuya guardia se le había encomendado.

El Ejército ha emitido un comunicado condenado el "comportamiento vergonzoso" de Abargil, y ha precisado que hace un año que había terminado su servicio militar y toda relación con la institución. Sin embargo, por esa misma razón no tiene la potestad de impedir la publicación de las imágenes.

Las imágenes han creado una gran controversia en Internet, como explica el diario Haaretz, y Abargil ha pasado de tenerlas abiertas a todos los visitantes a restringirlas a su lista de amigos.

Para el Gobierno palestino,el incidente "muestra la mentalidad del ocupante, orgulloso de humillar a los palestinos".

Yishaï Menuchim, el director de la organización israelí Comité Público contra la Tortura, ha declarado que el comportamiento de la soldado «ilustra una actitud que se ha convertido en una norma y que consiste en tratar a los palestinos como objetos en lugar de como a seres humanos».

viernes, 13 de agosto de 2010

La Palestina ocupada y la Palestina errante


Al Awda-Al retorno

“Tenemos que hacer todo lo que sea para garantizar que los palestinos nunca regresen.”

David Ben-Gurión. Polaco. 1948
Sionista.Co-fundador del Estado Colonial de Israel

Existen dos Palestina: La Palestina ocupada y la Palestina errante.
Esta dolorosa e inhumana realidad tiene sus raíces en Europa y como consecuencia del retrogrado e inmundo odio, entre los mismos europeos: El europeo cristiano y el europeo judío.

Este pesar y traumática realidad nos viene de Europa a través del movimiento racista y colonial sionista, movimiento que en su inicio fue muy marginal pero que sólo llegó a tener fuerza gracias y a partir del horror Nazi.

Esta amarga fractura es un hecho que nos viene de Europa y es un hecho netamente contemporáneo, cuidado…, para nada milenario.

Este amarga realidad que nos viene de Europa, es una realidad contemporánea y de contundente esencia y evolución fascista euro-estadounidense etc…además hay que incluir el neo-colonialismo, de Estados Unidos a entreguistas árabes, representados en las dictaduras árabos-islámicas, como la tiránica monarquía islamista de Arabia Saudita,igualmente dictaduras árabes “seculares” como Egipto etc…dictaduras árabes aliadas al sionismo, mediantes el corporativismo económico para asegurarse en el poder.

La Palestina Ocupada es toda, con toda esa gente y toda la historia milenaria de esa tierra.

El Estado Colonial de Israel no solo busca expulsar a los palestinos de sus tierras sino también expulsarlos de la historia. A los palestinos no sólo se les despoja de sus bienes materiales sino que también se le despoja de su milenaria historia y de todo su universo antropológico…

La Palestina Ocupada es toda, es decir, la hoy, una parte del ideal político e imaginario: la Nación Árabe del Levante (il umma il Arabiah). La Palestina histórica colinda fronteras, al norte con el pueblo árabe del Líbano y Siria, al sur con el pueblo árabe de Egipto al este con el pueblo árabe de Jordania y al oeste el Mar Mediterráneo.

Nuestra gente de la Palestina ocupada es nuestra urgencia, nuestro eje y horizonte, ya que el trabajo más difícil y cruel por la liberación lo realizan ellos, También son ellos los únicos que podrán garantizar nuestro retorno (Al-Awda). No en vano el régimen colonial de Israel los tiene como el blanco de la limpieza étnica. Todo un régimen racista de Apartheid, el Muro de efecto letal, los asentamientos coloniales, de autopistas exclusivas para judíos dentro de los Territorios Ocupados, los check points (Alcabalas militares), el no reconocimiento al derecho de retorno de los refugiados, masacres, bombardeos, demolición de casas, destrucción de edificios, carreteras, patrimonios artísticos, históricos, arquitectónicos. Destrucción de cultivos, centrales eléctricas, robo de órganos humanos, destrucción de vitales infraestructuras urbanas, bloqueo económico, humillaciones,acoso, intimidación, pánico, torturas, restricción, contaminación y robo de agua, la no libre circulación y desplazamiento, encarcelamientos, la deshumanización mediática internacional, la colonización de la historia, etc.

Si la población de la Palestina ocupada disminuye su ritmo demográfico implicaría el fin del pueblo palestino. Debemos ser realistas, las causas del mundo pueden ser muy justas y dignas pero si no hay quienes las defiendan y luchen, ellas mueren, por lo tanto sin palestinos adentro en el terreno de lucha, ya no habrá más Palestina.

La situación actual de la población palestina ocupada es cada vez más cruel, la limpieza étnica avanza. El concierto de naciones son de corte neoliberales y por lo tanto no les resulta rentable defender la bonita causa palestina. Las dictaduras árabes hacen todo lo posible para perpetuarse en el poder siendo serviles al imperialismo y si usan la fuerza es contra sus propios pueblos.

Es verdad que la imagen internacionalde la causa Palestina vive hoy su mejor momento pero también es verdad que la política interna palestina vive su peor momento: Estamos entre dos derechas, una derecha secular, Fatah, y la derecha religiosa, Hamas. En ese escenario interno político palestino no hay por ahora un bloque progresista marcando pautas.

Ahora bien, creo y siento que nosotros, la Palestina errante y el mundo altermundista somos una reserva de socorro, somos el otro pulmón y debemos auxiliar a ese otro pulmón padre que vive bajo una ocupación con fines de hacerlo desaparecer.

A Manera de monologo o tal vez una carta a la Palestina errante

Lo que me interesa tratar en este artículo es: La cuota de responsabilidad personal de cada uno de la Palestina errante

Desde la Palestina errante…(La Palestina errante somos todos aquellos y aquellas que no se nos permite retornar a nuestra Palestina histórica. Y todo, todo aquel palestino aunque tenga 20 nacionalidades y no se le permite retornar a su patria, es un refugiado). Que sean los palestinos que definan su condición de refugiado y no los carreristas diplomáticos asalariados.

Son muchas las dificultades que presenta la Palestina errante, pero hoy son más las posibilidades que se nos vislumbra.

En estos últimos años de desordenado activismo lo más que recoge mi conciencia es que debe haber un enfoque que parta de la responsabilidad personal. Donde todos y todas de la Palestina errante asumamos cada uno su respectiva cuotade responsabilidad personal en pro la liberación de nuestro pueblo.

Nos hemos desafortunadamente, de manera consciente o inconsciente enajenado de responsabilidad personal (de acción directa). Le hemos dejado eso a segundos y terceros muy cómodamente criticamos nos quejamos de: la OLP, La Autoridad Palestina, Hamas, los líderes árabes, los medios de comunicación, el sionismo internacional, el imperialismo, a nuestras comunidades locales etc.,Pero donde queda el, YO, responsable ?. Hablo de una conciencia donde se refleje, descubra o traduzca en su propia cuota de responsabilidad personal. Siendo hormigas….

Seamos hormigas, sin líderes, desde nuestra colectiva herida y fuego interno a que se nos encienda la chispa de asumir acciones partiendo desde cada interno…tal vez esto sea anárquico y lo anárquico no es malo. ¿Es que nuestra hermosa 1era Intifada no fue un logro de orgánica anárquica? , sin líderes…lo peor es el caos de no emprender acciones y esperar del OTRO que….

…y el yo criticando….

La historia la hacen las masas y las masas están compuestas por cada individuo. Bien, es muy cómodo culpar al otro, igualmente es muy difícil partir de la cuota de responsabilidad personal, eso esun laberinto de incertitud, eso implica ardua labor… no es fácil,tal vez es por eso que nos refugiamos en elabstracto de responsabilizar a partir del, otro. Además nos encontramos ante nuestro propio muro, nuestro auto-saboteo: tú solo no vas a arreglar el mundo (o) que puedo hacer yo solo.

Seamos hormigas…

Otro elemento es trabajar sobre las bases de la perseverancia, eso si es fácil de perder ya que no vemos resultados inmediatos y por lo tanto perdemos la fe y con ella la determinación y el ímpetu.

Seamos hormigas, cuota de responsabilidad personal, mayor cuota de implicación personal. Pero tenemos que olvidarnos incluso de los frecuentes casos, por ejemplo: que mi compatriota palestino quien “puede” hacer o trabajar más que yo, no hace nada. No importa lo que te rodeada, trabaja, hagámonos cargo del YO, de lo contrario vendrá el auto desgaste mental, “solo yo trabajo” acompañado de rabia decepción y perdemos esperanza y fuerza. Sigue trabajando, asumir que es un camino solitario, sigo…la cuota de responsabilidad en soledad y en solitario. Olvido el resto y me focalizo en qué hacer, de lo contrario sólo veo un desgastas energías, no esperes al otro, vete adentro donde está la incertitud: , se valiente y no salgas hasta que a fuerza de parir algo o aportar el grano…eso implica disciplina y sacrificio, es un proceso áspero de interesante exploración.

Seamos hormigas

Implicarse conlleva a un obstinante realidad pero también a una fortaleza intelectual y el comienzo del poder que nos conllevaría a la creatividad.

…La mejor unión es trabajar, ejercitar y hacer praxis, conciencia y experiencia de lavivencial cuota de responsabilidad personal. Ser internamente activo y dinámicos, construir….y en la marcha se arriendan las tuercas, pero mientras el Yo nomarcha, seremos contemplativos….nulos, muertos, vegetativos consumidores….elocuentes criticones…ese no es el camino, impliquémonos….Involucro al Yo.

He pactado con mi conciencia de no criticar más al, otro, sino más bien, abórdame, criticarme a mí misma,afrontarme y no evadir mis responsabilidades en esta historia de amor. Abordar mi incapacidad, mi ineptitud, mi incertitud y mi negligencia… Critico y condeno mi YO NEGLIGENTE. La salida que veo es esa: conciencia de cuota de responsabilidad personal y por lo tanto ser hormiga. Seamos honestos, por ejemplo cuanto destinamos de nuestro presupuesto personal a una madre palestina, (si), para que sigan pariendo, cuanto invertimos en lectura, ejemplo historia antigua de nuestra Palestina, dicho sea de paso historia usurpada por el colonialismo israelí etc..…Es alucinante por ejemplo saber que la historia del tallado del nácar, artepalestino único en su género fue rescatado desde la Diáspora palestina mediante un perseverante búsqueda e investigación que tomó 15 años de recopilaciónpor parte de Enrique Yidi, Karen David y Martha Lizcano y así innumerableshistorias de fascinaste espíritu.

Tomar la justicia por nuestras propias manos, apelando a la creatividad (miremos el mágico ejemplo que nos ofrece el movimiento Free Gaza…), apelemos al ingenio humano, exploremos en nuestra propia fantasía, apelemos en el intimo y sublime llanto que embarga magia. Emprender uno su propia gestión, pero seamos fieles a la perseverancia, sin parar a pesar las adversidades y sobre todo prepararse a nivel emocional de las decepciones, retoma….

No más el otro, el otro es un mito, es desde el YO, de mi monumental impotencia personal a labrar….. Nadie debe esperar de otro, esperemos de nuestros propios sacrificios. No esperemos de nuestros palestinos de la ocupación, sería injusto…ser una hormiga… Seamos descomedidos, no hay tiempo….Palestina puede desaparecer.

Pero para el trabajo que emerge del sacrificio o cuota personal implica que debemos armarnos de libertad interna. La libertad debe sernuestro temperamento, carácter, personalidad y espíritu. Esto embarga una lucha interna de determinación. Deslastrémonos de nuestras nuevas pestes conservadoras, reaccionarias, sexistas, oscurantistas, machistas. Digo esto y puntualmenteporque son unos de los elementos que impiden (es una explicación no una justificación) el vuelo interno a muchos palestinos por miedo a ser criticados.

Pero nuestra mayor dificultad como Palestina errante es el hábil acoso en el momento en que hacemos uso de la libertad expresión. Se nos cercena, instiga, censura, reprime nuestro cualquier activismo (sobre todo a los hombres) mediante la propaganda del miedo, deshumanización y anti valoresen la que nos codifican. Nuevos vientos soplan y debemos declararnos al mundo con mayor fuerza y con la esperanza altermundista solidaria que nos abriga, hecho que en tiempos pasado no era el caso.

Seamos hormigas como punto de partida honesta en la consolidación de un frente mancomunado que sirve de reserva y protección en pro de la sobrevivencia de nuestro pueblo palestino, el pueblo prohibido.

Desde la Palestina errante y al Awda

Susana Khalil.

Mitos del “Estado fallido”: Bienvenidos al Líbano, cementerio de los arrogantes


¿Por qué fue el Líbano el cementerio de tantos invasores? Los israelíes solían decir en los años sesenta que una de sus bandas militares bastaría para conquistar el país. A veces, antes de que Israel y Egipto concluyeran un tratado de paz en 1979, agregaban maliciosamente que “no sé cuál será el primer país árabe que firme un tratado de paz con Israel, pero conozco el segundo”. La idea era que el Líbano, sólo del tamaño del País de Gales y con su población dividida por odios comunitarios, sectarios y partidarios, sería inevitablemente un juego de niños para la mayor potencia militar de Oriente Próximo. La minoría cristiana maronita del Líbano era un aliado obvio de Israel contra las fuerzas del nacionalismo árabe. La justificada reputación de viveza comercial y de capacidad de sobrevivir en todas las circunstancias de los libaneses sugería que serían los últimos en morir en la lucha hasta el final contra un enemigo de potencia abrumadora.
Un cuadro semejante de las futuras relaciones entre Israel y el Líbano, y el dominio inevitable del primero, sonaba bastante probable hace cuarenta años. En realidad ha resultado que el mejor día para que alguien invada o siquiera interfiera en el Líbano es usualmente el primero, y que después sus perspectivas comienzan a avinagrarse. Es lo que pasó con Israel. Unas semanas después de la invasión israelí de 1982, soldados israelíes que volvían a casa se arrojaban a tierra para besar suelo israelí en cuanto cruzaban la frontera, solamente agradecidos de haber vuelto con vida. Cuando las últimas tropas israelíes se retiraron en el año 2000 del trozo de territorio que todavía controlaban en el sur del Líbano, partieron en medio de la noche, abandonando a sus aliados cristianos del lugar a los triunfantes combatientes de Hizbulá.

Cómo y por qué Israel y el resto del mundo subestimaron de modo tan grosero la capacidad de defenderse de los libaneses es el tema principal de la historia, escrita en un estilo elegante y altamente informada Beware of Small States: Lebanon, Battleground of the Middle East [Cuidado con los Estados pequeños: el Líbano, campo de batalla de Oriente Próximo] (Nation Books)

Hirst, durante mucho tiempo uno de los corresponsales más perceptivos en Oriente Próximo, dice que su decisión de escribir el libro vino después de la guerra de 33 días en julio y agosto de 2006, cuando Israel regó explosivos sobre el Líbano en un vano intento de inutilizar a Hizbulá. Una invasión por tierra mal organizada fue igualmente infructuosa, y no logró otra cosa que echar por los suelos la reputación de invencible del ejército israelí de Israel. Lo que debía ser una demostración de fuerza –sobre todo de la fuerza aérea israelí– se convirtió en una ilustración casi cómica de incapacidad. Hirst pregunta cómo podría haber sucedido. “¿Podría decirse siquiera”, se pregunta, “que el Líbano, la eterna víctima –se haya convertido ahora también en el perpetrador, planteando una amenaza a Estados más grandes que la que éstos le planteaban?” Es demasiado inteligente como para compartir totalmente la afirmación después de la guerra de Hassan Nasralá, el líder de Hizbulá, de que sus combatientes yihadistas habían logrado una “victoria divina” que transformó al Líbano de uno de los “pequeños” Estados de Oriente Próximo en una de sus “grandes potencias”. Pero no le cabe duda de que Israel, que fue a la guerra para restablecer su poder disuasorio, sólo consiguió aparecer debilitado.

La explicación del fracaso de Israel en el Líbano, no sólo en 2006 sino durante las tres décadas anteriores, es importante porque las intervenciones estadounidenses en Iraq, Afganistán y Somalia han seguido una trayectoria similar. No es nada nuevo que los Estados pequeños son más peligrosos de lo que parecen. Hirst toma su título de una observación del anarquista ruso Mijail Bakunin en una carta a un amigo en 1870 en la que dice “Cuidado con los Estados pequeños”. Bakunin quería decir que los Estados pequeños no sólo eran vulnerables para un vecino fuerte y depredador, sino que ese vecino pagaría un precio por involucrarse en los asuntos complejos de sus víctimas. Medio siglo antes el duque de Wellington hizo una observación similar, al advertir a Gran Bretaña de que no se involucrara en lo que a primera vista parecían conflictos en pequeña escala, diciendo: “Las grandes potencias no tienen guerras pequeñas”. Eso es tan obvio en el Siglo XXI como lo fue en el XIX. Y es tan verdad en el Iraq actual como lo fue en el Líbano hace 150 años. Las rivalidades de las potencias imperiales exacerban el conflicto entre sus encargados locales, pero es una calle de doble sentido. Cuando el imperio otomano se desintegró en el Líbano en el Siglo XIX, los británicos apoyaron a los drusos y los franceses a los maronitas. “Si un hombre golpea a otro”, se quejó un cabecilla local, “el incidente se convierte en un asunto anglo-francés, y podría incluso haber problemas entre los países si se derrama una taza de café en el suelo”. Lo mismo sucede actualmente con la excepción de que ahora los rivales son Israel y Siria, y ninguno de ellos puede permitir que el otro gane un control incontestado sobre el país.

El Líbano podrá ser el “campo de batalla de Oriente Próximo”, como sugiere el subtítulo de Hirst, pero esto no explica cómo se ha convertido en semejante trampa letal para sus atormentadores de los últimos treinta años. La ausencia misma de gobierno parece convertir al país en una presa fácil, pero los potenciales ocupantes descubren que no existe una autoridad local incontestada a la cual asimilar o intimidar. El Líbano figura arriba en la lista de países a los cuales los think tank de Washington se refieren con condescendencia como “Estados fallidos” con la implicación de que se trata de casos perdidos políticos en los cuales se justifica que potencias extranjeras intervengan ante la ausencia de un poder soberano. Pero los miembros de los think tank mencionan pocas veces que precisamente en estos supuestos “Estados fallidos” EE.UU. ha sufrido sus peores humillaciones en años desde que 242 marines estadounidenses fueron volados en sus barracones al lado del aeropuerto de Beirut por un atacante suicida en 1983.

La intervención estadounidense en Estados sin gobiernos efectivos ha sido casi uniformemente desastrosa. Después de la muerte de los marines, Ronald Reagan retiró apresuradamente a los sobrevivientes del Líbano e invadió la pequeña isla caribeña de Granada para crear una diversión. La debacle en Beirut no fue un caso aislado. Diez años más tarde, la intervención estadounidense en Somalia terminó de manera humillante después de que los cuerpos de pilotos de helicópteros estadounidenses fueron fotografiados mientras eran arrastrados por las calles de Mogadiscio. Después del 11-S, las victorias inicialmente fáciles en Afganistán e Iraq parecían mostrar que EE.UU. era la superpotencia que pretendía ser, pero los primeros éxitos se convirtieron en agotadoras guerras de guerrillas en las cuales la maquinaria militar de 500.000 millones de dólares al año de EE.UU. fue frustrada por pocas decenas de miles de guerrilleros. Conflictos de los que se esperaba que fueran breves y victoriosos resultaron largos e inciertos. La debilidad misma de los oponentes de EE.UU. hizo que el hecho de no vencer fuera aún más dañino y la retirada aún más humillante.

Una explicación para la falta de éxito militar de israelíes y estadounidenses proviene del resultado de la revolución iraní en 1979. Fue el mismo año en el que el tratado de paz israelí-egipcio cambió el equilibrio del poder en Oriente Próximo al eliminar al oponente árabe más poderoso de Israel de su lista de enemigos activos. Abrió la puerta a la intervención armada de Israel en el Líbano. Pero la revolución en Irán marcó el comienzo de un cambio más importante en el tipo de resistencia enfrentado por Israel. El nacionalismo árabe, inspirado originalmente por Gamal Abdel Nasser, se disipó después de la humillante derrota por Israel en 1967 y porque gobernantes militares corruptos e incompetentes en todo el mundo árabe no enfrentaron exitosamente a Israel. Cuando los combatientes de la OLP crearon un Estado dentro de un Estado en el sur del Líbano perdieron rápidamente el apoyo de la población chií por su falta de disciplina y al provocar ataques aéreos israelíes. “Al llegar los años ochenta”, escribe Hirst, “el Islam político fundamentalista había suplantado al nacionalismo como el nuevo gran credo y fuerza de movilización popular en Oriente Próximo y más allá”.

Gran parte de lo que el gobierno y los medios de EE.UU. atribuyeron a al-Qaida después del 11-S, mostró por primera vez su efectividad en el Líbano veinte años antes. El fanatismo y la crueldad de los de los fundamentalistas islámicos podrán causar la pérdida de apoyo, pero suministraron un núcleo de combatientes comprometidos que nunca se rendían. Iraq y Afganistán fueron las primeras guerras en las que los atentados suicidas tuvieron lugar a una escala industrial, aunque los predecesores de Hizbulá en el Líbano los habían utilizado efectivamente a comienzos de los años ochenta. Patrullas israelíes en el sur del Líbano se lanzaban al suelo cuando pasaban un asno y una carreta. La embajada de EE.UU. en la Corniche en Beirut fue hecha volar por explosivos cargados en una camioneta, que mató a 63 personas incluyendo a Robert Ames, el oficial jefe de inteligencia de la CIA para Oriente Próximo, cuya mano amputada con su anillo de matrimonio aún puesto se encontró flotando a un kilómetro y medio mar adentro. Israelíes y estadounidenses satanizaron a los perpetradores de esos salvajes ataques pero siguieron subestimándolos. Todavía en 2006, como dijo un crítico israelí citado por Hirst, la actitud de los dirigentes políticos y militares de Israel era una “combinación de arrogancia, alarde, euforia y desdén hacia el enemigo”.

El orgullo desmedido de Tel Aviv y Washington tuvo otra consecuencia devastadora. Podrá no ser más que jactancia, pero las amenazas de expandir el poder regional de EE.UU. se creyeron a medias en Damasco y Teherán. Damasco queda a poca distancia de Beirut y durante la invasión israelí del Líbano en los años ochenta los sirios jamás habrían permitido que los aliados cristianos de Israel tomaran el poder tan cerca de su capital. De la misma manera en Iraq en 2003, los neoconservadores en Washington estaban felices alardeando de que, después del derrocamiento de Sadam Hussein, los regímenes iraní y sirio serían los próximos objetivos. Como era de esperar, los feroces servicios de seguridad en ambos países no esperaron ociosamente que eso sucediera y tomaron inmediatamente medidas para dar suficiente respaldo a los insurgentes en Iraq a fin de impedir que EE.UU. llegara a estabilizar su ocupación.

La derrota o la victoria en el Líbano son siempre muy publicitadas e imitadas en todo Oriente Próximo. El país podrá ser el Estado sectario por excelencia: los puestos más altos, como el presidente, el primer ministro y el presidente del parlamento se otorgan según una base confesional, el parlamento se divide al cincuenta por ciento entre musulmanes y cristianos, y otros puestos se distribuyen según un sistema de cuotas basado en un censo de 1932. La realización de un nuevo censo transformaría tanto el equilibrio del poder que podría provocar una guerra civil. El precio que los libaneses pagan por vivir en una sociedad tan dividida e inestable es bien conocido, pero al mismo tiempo el Líbano goza de una libertad que no se ve en ninguna otra parte en el mundo árabe. “Es, y siempre ha sido, una sociedad más abierta, liberal y democrática que ninguno de sus vecinos árabes”, escribe Hirst. “Al respecto, su vulnerabilidad a la disensión interior, su principal defecto, se ha convertido, por así decirlo, en su principal virtud. Porque el Estado sectario no puede funcionar en absoluto a menos que sus partes constituyentes estén de acuerdo, por lo menos en principio, en que el respeto de los derechos, intereses y sensibilidades de cada una es indispensable para el bienestar de todos. Eso equivale a una protección propia del sistema contra la dictadura de un grupo, usualmente étnico o sectario, sobre otros, lo que ha asolado al resto del mundo árabe”.

En esto, Hirst está de acuerdo con Michael Young, cuyo elocuente y pintoresco libro The Ghosts of Martyrs Square: An Eyewitness Account of Lebanon's Life Struggle [Los fantasmas de la plaza de los mártires: un informe de un testigo presencial sobre la lucha por la vida del Líbano] trata sobre todo del intento de Siria de controlar el Líbano, su supuesto asesinato del líder suní Rafiq al-Hariri en 2005, las protestas conocidas como la Intifada de la Independencia o la Revolución del Cedro que siguieron, la retirada de las tropas sirias y los intentos subsiguientes de Siria de restaurar su antigua influencia. Young argumenta que a pesar de todos sus defectos y de la violencia institucionalizada, el sistema sectario del Líbano ha producido libertad porque el poder de comunidades religiosas y sectarias ha debilitado al Estado que Young dice correctamente: “es la principal barrera para la libertad personal en Oriente Próximo”. La división sectaria y faccionaria puede invitar la intervención extranjera, pero también dificulta que tenga éxito si afecta a demasiadas comunidades libanesas al mismo tiempo, como lo hizo Siria cuando asesinó a al-Hariri. Su hegemonía en el Líbano terminó temporalmente cuando suníes, drusos y cristianos unieron sus fuerzas contra Damasco.

Es un alivio ver que Young cuestiona el concepto de construcción del Estado o de la nación como si fuera en sí un bien incuestionable. Los Estados sectarios en los que los puestos de trabajo son abierta u ocultamente ocupados por cuotas institucionalizan la inestabilidad y no la terminan, pero en países como el Líbano e Iraq el sectarismo no va a terminar, no importa cuál sea el sistema de gobierno. A pesar de todos sus defectos, el Estado sectario involucra la aceptación de un equilibrio del poder entre comunidades que excluye la dictadura o un régimen autoritario sistemático. Young no pretende ser un observador imparcial, de los cuales el Líbano posee bastante pocos, y escribe poco sobre las acciones israelíes, pero comunica el sabor peligroso de la política libanesa.

Como periodista libanés-estadounidense llevado al Líbano a los 7 años por su madre libanesa después de la muerte de su padre estadounidense, la memoria de Young hace cobrar vida al Líbano y su relato de la Revolución del Cedro –que debe su nombre a un funcionario estadounidense que no quería llamarla una intifada– es convincente. En cuanto a Siria, siempre se ha mostrado mejor en la acumulación de naipes en el Líbano que en el juego con éstos: aprovechando la desesperación cristiana en la guerra civil libanesa en 1975-1976 para introducir sus tropas al país con permiso israelí y estadounidense, el saboteo de la predominancia israelí-estadounidense en 1982-1984, y en el uso de su propia postura contra Sadam Hussein y su alianza oportunista con EE.UU. en 1990 para aplastar al presidente Aoun y terminar 15 años de guerra. Pero como en el caso de otros protagonistas extranjeros en el Líbano, Siria terminó por estropear su posibilidad de éxito, al insistir groseramente en que el período en el poder de su aliado, el presidente Lahoud, se extendiera y al matar posteriormente a al-Hariri. Young cree que el Líbano y el Estado dentro de un Estado de Hizbulá no pueden coexistir mucho tiempo, y puede que tenga razón, pero la inestabilidad forma parte del sistema libanés.

Todo en Oriente Próximo ha resultado lo contrario de lo que los planificadores de la política exterior israelí esperaban hace medio siglo. Entonces la prioridad israelí era debilitar a las principales potencias árabes suníes y crear una “alianza de la periferia” mediante la cual Estados no árabes como Irán y Turquía serían cultivados como amigos de Israel. Una parte de esa política tuvo éxito: Potencias árabes como Egipto fueron marginadas por la derrota militar y se convirtieron en políticamente moribundas. El nacionalismo secular árabe, del cual la OLP era el símbolo y propugnador, ha sido desacreditado por sus debilidades y fracasos. El modelo de nacionalismo palestino de Yasir Arafat fue desacreditado por el fracaso de su busca de un acuerdo de paz con Israel después de la firma de los acuerdos de Oslo. Durante la guerra israelí en el Líbano en 2006 y en Gaza en 2008 el resto del mundo árabe se mantuvo infructuosamente a un lado. En la busca de una liberalización del bloqueo de Gaza en 2010 fue Turquía, en vez de algún país árabe, la que inició una acción efectiva. Mucho después que el nacionalismo de inspiración religiosa hubo reemplazado el nacionalismo secular, los dirigentes israelíes todavía esperaban obtusamente, a pesar de la amarga experiencia contraria, que organizaciones implacables de inspiración islámica como Hizbulá y Hamás se derrumbarían bajo presión militar, como lo habían hecho los ejércitos árabes 40 años antes.

Las analogías entre Estados fallidos en Oriente Próximo subrayan la fuerza de los movimientos guerrilleros no estatales altamente motivados, pero los propios Estados son muy diferentes. Iraq, fragmentado entre chiíes, suníes y kurdos, parece cada vez más un Líbano en Mesopotamia y el odio y el temor que divide a las comunidades no son menores que en Beirut. En ambos países los chiíes son la mayor comunidad pero en el Líbano son todavía una minoría y nunca pueden gobernar solos, mientras que los chiíes iraquíes constituyen un 60% de la población y confían en dominar el gobierno. A pesar de ello, el poder compartido es necesario en Bagdad, pero la naturaleza del poder estatal es diferente del Líbano. Iraq puede estar dividido pero sus ingresos del petróleo de 60.000 millones de dólares por año significan que la facción que toma el control de la maquinaria gubernamental puede, como Sadam Hussein, mantener poderosas fuerzas de seguridad. En Afganistán, al contrario, el Estado es débil y parásito, lo que lleva a que a los estadounidenses les sea imposible utilizar exitosamente tácticas de contrainsurgencia desarrolladas en Iraq, basadas en la restauración de la autoridad del gobierno central.

Uno de los muchos aspectos fascinantes de la intervención de Israel en el Líbano no es que haya sido absorbida por la ciénaga política libanesa sino la forma en la que siguió repitiendo errores anteriores. Durante treinta años hubo una subestimación continua del otro lado, comenzando con el sitio de Beirut en 1982. La reacción de Israel a la frustración política y militar ha sido usualmente la utilización de más, no menos, violencia. En el caso de la invasión de 1982, esto culminó en la masacre por milicianos cristianos de por lo menos 1.300 civiles palestinos –Hirst dice que la cifra real, tomando en cuenta los cuerpos enterrados por aplanadoras, puede llegar a 3.000– en los campos de refugiados de Sabra y Chatila en el sur de Beirut. Nunca hubo mucha duda sobre la responsabilidad en última instancia de Israel por la matanza ya que sus generales sabían perfectamente cómo los milicianos habían tratado previamente a civiles palestinos. “Si invitas al destripador de Yorkshire a pasar un par de noches en un orfanato para niñas”, comentó el novelista israelí Amos Oz, “no puedes, más tarde, mirar los montones de cadáveres y decir que hiciste un acuerdo con el destripador –que sólo iba a lavar el pelo de las niñas”. Los bombardeos israelíes en el Líbano en 1996 y 2006 incluyeron el bombardeo y cañoneo de civiles libaneses, y culminaron en cada caso en matanzas masivas en Qana, la aldea del sur del Líbano. Hirst expresa un cierto asombro ante la incapacidad de políticos y generales israelíes de aprender de sus anteriores errores, pero no presenta otra explicación que su irreflexiva arrogancia. Por cierto, la única debilidad en su espléndida historia es que muestra una habilidad menos segura cuando encara los motivos israelíes y se basa más en fuentes de segunda mano que cuando habla del Líbano.

Es una lástima, porque los repetidos fracasos de Israel en el Líbano requieren una explicación que vaya más allá del orgullo desmedido y de una tendencia a subestimar a sus enemigos. A pesar de su equipamiento moderno, de su control indiscutible del aire y de su alianza con EE.UU., Israel no ha logrado una victoria militar concluyente desde 1973. Tuvo un éxito parcial en 1982 cuando logró terminar con el Estado dentro del Estado palestino en el Líbano, pero de otra manera sus intervenciones han terminado invariablemente en un fracaso. Una explicación es que sociedades con una mentalidad de sitio arraigada son auto-referenciales. Los errores no pueden ser admitidos, lo que hace más probable que sean repetidos. El disenso público es perseguido cada vez más como señal de deslealtad. Las protestas israelíes contra la guerra de 2006 fueron mucho más limitadas que en 1982. Cuando el único objetor de conciencia fue enviado a la prisión, el jefe de Paz Ahora, Yariv Oppenheimer, declaró a Haaretz que tenía ganas de estrangularlo.

El súper patriotismo y el jingoísmo en tiempos de guerra o de amenaza de guerra no son una característica exclusiva de Israel, pero en Israel la propaganda es más intensa y más penetrante. Deforma el sentido de la realidad de los israelíes. Desde todo punto de vista el ataque por comandos israelíes contra la flotilla de ayuda a Gaza de mayo fue un desastre, al concentrar la atención internacional en el bloqueo y al enfurecer a Turquía, que era un estrecho aliado de Israel. Pero al justificar este fiasco como una acción policial perfectamente razonable en la cual los culpables fueron los activistas turcos por la paz, los israelíes abrieron la puerta para que sus propios dirigentes hagan exactamente lo mismo en el futuro. Y los mismos dirigentes estarán probablemente a cargo, porque la negativa a admitir que se cometieron errores imposibilita que se despida a los responsables de idioteces anteriores. Políticos propensos a desastres como Benjamin Netanyahu y el ministro de defensa Ehud Barak siguen cometiendo errores a pesar de su prolongada historia de incapacidad en la evaluación de los altos riesgos de fracaso en comparación con los beneficios limitados del éxito. Esto, a pesar del hecho de que las guerras de Israel contra el Líbano en 2007, Gaza en 2008 y el ataque contra la flotilla turca de ayuda en 2010 llevaron al debilitamiento de Israel y al fortalecimiento de sus enemigos. En días en los que Israel amenaza con un ataque aéreo contra Irán, causa inquietud que sus dirigentes sean incapaces de calcular lo que más les conviene.

Israel califica de "ridícula mentira" los nuevos datos que le implican en la muerte de Hariri


El ministerio israelí de Asuntos Exteriores califica de "ridícula mentira" los datos revelados por el líder de Hizbulah, Hasan Nasrallah, que implican a Israel en la muerte del ex primer ministro libanés Rafic Hariri en 2005.

JERUSALEN-. "Está clarísimo que este señor sin honor que está al servicio de un régimen extremista tiene cero credibilidad y lo único que está manifestando con estas acusaciones es su propia debilidad política", ha declarado a Efe el portavoz de Exteriores israelí, Igal Palmor.

Para Palmor, "la primera pregunta que surge al oír las declaraciones (de Nasralá) es, ¿si tenía estas pruebas tan patentes por qué no las reveló antes?"

La investigación por la muerte de Hariri puede dar un vuelco tras las revelaciones realizadas por el máximo líder de Hizbulah, Sayyed Hassan Nasrallah, quien en videoconferencia declaró que un miembro de su familia que actuó como agente secreto ha admitido seguimientos al ex presidente Hariri antes de que muriera por la explosión de un coche bomba.

Hasta el momento se había atribuido el atentado a Siria, que siempre negó de forma tajante cualquier relación con esa muerte.

Un tribunal especial apoyado por la o­nU, con sede en Holanda, investiga el crimen, que conmocionó la vida política del país.

sábado, 7 de agosto de 2010

El ghetto de Qalquilia

Qalquilia es la ciudad más cercana a Tel Aviv, la capital israelí. Allí el muro divide a los propios palestinos, haciendo la vida casi imposible para sus habitantes. En este documental se muestra como se ha convertido en un ghetto.




http://www.webislam.com/?idv=2287

La ocupación israelí destruye totalmente el poblado palestino Al-Arakib y deja 200 niños sin hogar


Las fuerzas de la ocupación israelí destruyeron en horas de la madrugada de este martes la aldea de al-Arakib, ubicada en el sur de Beér al-Sabe'en los territorios palestinos ocupados del año 1948, tras la deportación de sus habitantes palestinos por la fuerza.

El canal al-Jazeera dijo que la aldea asaltada había sido conviertida esta madrugada en un cuartel militar. Miles de dispositivos de policía, el ejercito israelí y las fuerzas especiales sitiaron la aldea, mientras los helicópetos sobrevolaban la región, mientras las excavadoras emprendían la demolición de las casas luego de obligar a cerca de 300 palestinos a habandonar sus hogares.


El canal Al-Jazeera informó que los aldeanos pusieron resistencia ante las fuerzas de seguridad que en cuestión de horas redujeron la localidad a un campo de batalla con soldados y dispositivos instalados en el lugar quienes además destruyeron huertos frutales y plantaciones de olivos.

Al menos unos 300 palestinos, 200 de ellos niños, perdieron sus hogares este martes luego de un ataque perpetrado en horas de la madrugada por las fuerzas de ocupación israelíes a la aldea de al-Arakib, ubicada en el sur del país, de acuerdo a la agencia de noticias árabe-siria SANA.

El Comité Popular de Al Arakib, una de las 45 localidades beduinas en Israel, denunció en un comunicado que un despliegue de mil 500 policías con la ayuda de helicópteros y excavadoras, demolieron las viviendas que conformaban el poblado y donde residían más de 300 personas.

El portavoz policial, Miki Rosenfeld, cifró en "más de 200" la cifra de beduinos evacuados (minoría árabe de origen nómada que en algunos casos habita la zona desde hace siglos) y subrayó que la operación fue llevada a cabo en base a una orden judicial emitida hace o­nce años y que aún no había sido aplicada.

Algunos beduinos poseen títulos de propiedad previos a la creación en 1948 del Estado judío, los cuales suman un 27 por ciento de la población del Neguev (desierto de Asia en el sur de Israel), pero tan sólo ocupan un tres por ciento de su territorio.

Al tratarse de localidades "no reconocidas", todas sus construcciones, presentes o futuras, son ilegales, de ahí la sentencia judicial.

La intención de las fuerzas de ocupación es reducir al máximo la presencia de los palestinos en los poblados e incrementar el mayor número de israelíes en la menor extensión de tierra posible.

Fuentes locales dieron a conocer que las fuerzas israelíes entregaron en la madrugada de este martes avisos de demolición a ocho familias palestinas con el pretexto de empezar una construcción por parte de las autoridades de la ocupación en Cisjordania.

La falsa dignidad


“La política de opresión de las nacionalidades es una política de división de las naciones. Al mismo tiempo, es una política de corrupción sistemática de la conciencia de pueblo. Los ultrarreaccionarios basan todos sus cálculos en la contraposición de los intereses de las distintas naciones en el envenenamiento de la conciencia de las masas ignorantes y oprimidas.”
La igualdad de derechos de las naciones - Lenin

Introducción

La extrema crueldad con el enemigo caracterizó las guerras de rapiña de los últimos siglos. La enseñanza religiosa basada en la lucha de El Bien contra El Mal facilitó la identificación del enemigo con El Mal. La lucha contra el Mal tenía precedentes en la historia reciente de las conquistas de los pueblos bárbaros del Lejano Oriente, África y América, amén del siniestro historial de la Inquisición. Al etiquetar al enemigo como El Mal, se le despoja de su humanidad, haciendo válido cualquier medio para destruirlo o someterlo.

La formación de los modernos Estado-nación fue facilitada por esta concepción al semi legitimar los genocidios por razones étnicas, pues ‘los otros’ (judíos, gitanos, aborígenes, asiáticos, eslavos, blancos, negros, etc.) son extraños y, por tanto, del otro bando, del Mal.

Palestina

El Imperio Otomano impuso su dominio colonial sobre la Península Arábiga, frenando su desarrollo económico e industrialización. Los señores feudales árabes se instalaban en las metrópolis, mientras que las comunidades agrarias transformaban paulatinamente la tierra yerma en vergeles, y en las ciudades se desarrollaba el comercio y la artesanía. Aun sometida, los pueblos árabes pugnaban por romper las ataduras impuestas, desarrollando movimientos emancipadores, duramente reprimidos por las autoridades turcas con la complicidad de la oligarquía árabe.

En Europa la revolución industrial avanzaba aceleradamente, agudizando los conflictos entre las potencias imperiales. La formación del proletariado industrial incubaba el germen de su emancipación como clase. Los ecos de los avances sociales, económicos y tecnológicos provocaban cada vez mayor efervescencia en el pueblo palestino. El incipiente capitalismo iba quedando rezagado respecto del desarrollo industrial europeo, mientras que el proletariado urbano y la naciente burguesía pugnaban por liberarse del yugo colonial.

El Imperio británico

El Imperio británico buscaba expandirse a la Península Arábiga. El dominio del Canal de Suez y la compra de pozos petroleros en Bakú hacían que el control de Palestina fuese vital para los intereses coloniales. La oligarquía británica estaba detrás de los esfuerzos imperialistas. Dentro de ella, los judíos promovían el establecimiento de un enclave judío en Palestina, el cual serviría para apoyar el expansionismo británico, asegurar los oleoductos para el petróleo iraquí y ruso, y sojuzgar a los pueblos árabes cuando fuesen liberados del yugo otomano. Los capitalistas judíos, principalmente británicos, franceses y estadounidenses, constituyeron un fondo para la adquisición de tierras en Palestina.

Los británicos habían prometido independencia a los pueblos árabes para obtener su apoyo en la lucha contra el Imperio Otomano. Los árabes fueron grandes guerreros irregulares, luchando encarnizadamente contra los turcos, con vistas a la Gran Siria Árabe. Otros grandes guerreros también se alinearon al esfuerzo británico: los judíos; estos como tropas regulares, constituyendo la Legión Judía y creando redes de espionaje.

Hacia finales de la Primera Guerra Mundial el gobierno británico, bajo la presión de la oligarquía judía británica, emitió la Declaración de Balfour, lo que provocó alarma en el mundo árabe. Aun así, los árabes esperaron el cumplimiento del compromiso británico, si bien los palestinos empezaron a mirar con recelo la creciente inmigración judía, mientras los indolentes terratenientes árabes vendían alegremente sus tierras a los ingentes fondos judíos.

En las postrimerías del Imperio Otomano, el flujo de judíos a Palestina se tornó más intenso. El triunfo de los Aliados supuso la entrada en vigor del acuerdo secreto británico francés Sykes Picot. La anhelada Gran Siria Árabe se metamorfoseó en varias naciones árabes, bajo el dominio colonial de Gran Bretaña unas, y de Francia otras. Palestina quedó como un Mandato británico, por cuanto era el origen de tres grandes religiones y porque era una zona geográfica crucial, la conexión entre Asia, África y Europa.

De este modo, tropas británicas, reforzadas con batallones judíos, tomaron el control de Palestina a fines de 1917. Para entonces, la población judía era el 8,5% del total de habitantes de Palestina.

La formación de Israel

Los brutales pogromos en Europa oriental y el Imperio ruso empujaron a miles de judíos a Europa occidental, amenazando la precaria estabilidad política y social. La oligarquía judía europea y estadounidense financió los primeros asentamientos judíos en Palestina, buscando orientar ese flujo migratorio al Cercano Oriente. Posteriormente constituyó un fondo para la compra masiva de tierras a ser colonizadas por los judíos. A partir del Congreso de Basilea, el movimiento sionista impulsó la emigración masiva de judíos a Palestina a construir una patria “del Nilo al Eufrates”.

Los sionistas demoraron medio siglo en cristalizar la base para esa visión: la formación del Estado judío, para los judíos, por los judíos. Bajo el falaz lema “una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”, las masas judías expulsadas por la violencia antisemita eurasiática se lanzaron a la conquista de Palestina. Las dominaba una inmensa sed de una patria, de una vida digna en la que no fuesen perseguidos por ser judíos.

Desde el medioevo que los judíos eran los parias de la sociedad: no podía acceder al estatus nobiliario ni trabajar la tierra. Sin poder ejercer profesiones liberales, fueron relegados al comercio, artesanía y usura. Siendo el pueblo judío uno de los agentes impulsores de la emancipación social, la revolución burguesa no trajo la paz anhelada; al contrario, siguió siendo el chivo expiatorio en las crisis, sea como ‘extraños que quitaban puestos de trabajo’, sea como ‘judíos capitalistas que provocaban las crisis’. La población judía iba alternando entre una relativa asimilación y el rechazo, el cual adquiriría ribetes de humillación (caso Dreyfus) y violencia extrema (Holocausto).

La Revolución de Octubre abrió las puertas a la cultura judía: escuelas, teatros, publicaciones. Lenin planteaba que el obrero judío se asimilaría naturalmente a la sociedad socialista, y combatió el antisemitismo, así como el sionismo, hasta su muerte. La subsiguiente lucha por el poder, la colectivización forzosa y la acelerada industrialización quitó parte del ímpetu al judaísmo. El que parte de los líderes bolcheviques fuese de origen judío no ayudaba a su asimilación a los ojos de Stalin. La construcción de Birobiyan en un lejano paraje siberiano fue recibida por los judíos como un intento, una vez más, por extrañarlos.

Sólo Israel iba a permitir restablecer plenamente su identidad como pueblo.

La conquista

La Liga Árabe y los palestinos rechazaron el Mandato, comenzando a resistirse al sojuzgamiento británico, mientras el movimiento sionista impulsaba la inmigración judía. En 18 años los judíos llegaron a ser el 28% de la población. Se iniciaron los conflictos entre palestinos y judíos.

Con el apoyo británico, se formaron diversas agrupaciones político militares sionistas, reforzadas con soldados de la legión judía. El trasvasije de información y de pertrechos militares estaba a la orden del día.

La resistencia palestina fue intensificándose, instigada por líderes religiosos y la retórica de los líderes políticos árabes. Contaban también con el apoyo de soldados británicos que simpatizaban con la causa árabe. Sin embargo, los líderes y la oligarquía árabe canalizaron los sentimientos anticolonialistas de los palestinos contra los judíos, transformado el conflicto en un problema entre judíos y musulmanes. Aun así, el creciente proletariado urbano de empresas de servicios y privadas, compuesto por trabajadores judíos y árabes, estimulaba el esfuerzo mancomunado para la mejor representación gremial y lucha reivindicativa. Pero las leyes discriminatorias del Mandato contra los palestinos y contra las empresas palestinas, y la presión de la Confederación Sindical de los Trabajadores de Israel, alineada con la visión sionista del trabajo para los judíos, boicotearon todos los esfuerzos unitarios con los árabes.

La primera gran matanza ocurrió en 1929 en Hebrón, donde algarabía árabe asesinó a más de 120 judíos. Las represalias británico-sionistas fueron igualmente feroces, pero mucho más organizadas.
La polarización subsecuente fue intensificándose. Después de varias rebeliones árabes, en 1936 hubo una masacre en la que murieron miles de palestinos. Las tropas británicas y las milicias sionistas no tuvieron contemplaciones. Los primeros, buscando recuperar el control. Los segundos, decididos a expulsar a los palestinos para construir su patria.

A partir de la sanción a la Partición, la campaña sionista contra los palestinos se intensificó. Toda la memoria histórica de las represiones, pogromos, Holocausto y los conflictos con los árabes desde el Mandato se volcó contra los palestinos. Cientos de poblados agrícolas palestinos –su principal forma social– fueron arrasados, casi un millón de palestinos fueron expulsados o huyeron presa del pánico por la crueldad sionista en Deir Yassin. Menos de diez poblados fueron abandonados por sus moradores ante órdenes de las autoridades árabes, con el fin de despejar el camino a las fuerzas árabes que vendrían a liberar a Palestina. Meses después, a la proclamación del Estado de Israel, los estados árabes atacaron a Israel, con la promesa de expulsar a los judíos de Palestina. Fue un vano esfuerzo, contenido por los mandos británicos de las fuerzas iraquí y transjordana, la absoluta incapacidad de la recién formada fuerza siria, la falta de disposición real de combate de las fuerzas saudí y egipcia, y la nula participación palestina. No obstante ello, sirvió de pretexto para que Israel consolidara sus posiciones y terminara de expulsar a los palestinos de los enclaves estratégicos.

A partir de entonces, Israel pasó a ser el chivo expiatorio de los conflictos entre los pueblos árabes y entre sus distintas facciones religiosas. Ello era –y sigue siendo– reforzado por los sionistas: aprovecharon cada oportunidad para provocar un conflicto o para desatar uno, expandiendo el control sobre territorios y recursos, y expulsando a palestinos, varias matanzas mediante.

Hoy los palestinos se hallan confinados en gigantescos campos de concentración, traicionados y utilizados por los dirigentes árabes, mientras que la oligarquía árabe prospera a la sombra de Israel, cuya existencia, en combinación con la acentuación de la penetración religiosa, mantiene a las masas árabes enfocadas en destruir al ‘causante de todos sus males’.

Nacionalismo exacerbado, afín al fascismo y al imperialismo

Israel ha conseguido controlar los recursos naturales de la región, partiendo por el agua. Fueron conquistados en guerras de rapiña contra los vecinos árabes y el propio pueblo palestino. (1)

La historia de las relaciones del sionismo con sus ‘objetivos’ árabes es una historia de provocaciones. Pequeñas, insistentes, hasta que consiguen una reacción. Entonces se lanzan con toda la artillería militar y mediática, acusando de terroristas para conquistar nuevas posiciones o echar atrás acuerdos o conversaciones, mientras los gobiernos occidentales hacen coro de las alegaciones sionistas. Así, cuando el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, declara que Israel es un tumor cancerígeno que debe ser extirpado y vaticina que su pronto colapso, el pueblo judío tiene motivos para cerrar filas en torno al sionismo.

Tras el discurso religioso o de pugna entre el judaísmo y el islamismo, las motivaciones del sionismo son totalmente prácticas: conquistar, expandirse, asegurar recursos naturales, neutralizar los poderes que amenacen su hegemonía (Hizbulá, Hamás, Irán, y antes Irak) y, sobre todo, mantener sojuzgados a los palestinos.

Ocho millones de habitantes tiene Israel, la gran mayoría judía. Viven en una democracia representativa confesional, en la que los judíos nunca serán perseguidos por ser judíos, aunque sí por oponerse al sionismo. Con su ímpetu del conquistador, su visión de una patria para sí, y sobre la base de la riqueza creada por el pueblo palestino, el pueblo judío construyó una nación, logrando un desarrollo industrial, científico tecnológico y cultural de primer nivel.

En su patria, los judíos son parte de la burguesía, del proletariado, de los kibutznik, de las capas medias o del complejo industrial militar sionista; hay sionistas, anti sionistas, comunistas, partidarios de un Estado plurinacional, etc. También hay discriminación racial entre ellos. Los judíos negros de Etiopía o los judíos rusos de la época de la URSS se ocupan de las actividades más denigrantes, salvo los que se van a colonizar territorios palestinos. Hay inflación, cesantía, y hasta pandillas neonazi.

Las aventuras militares del Estado sionista no contribuyen a tener paz. Para las oligarquías –judías, árabes, asiáticas y occidentales– el pueblo judío, al igual que los pueblos árabes y asiáticos, es una fuerza a explotar. En el caso de los judíos, es también una fuerza de dominación a los otros pueblos.

La historia de Palestina es una historia de dominación y de traiciones. Dominación de los pueblos por parte del imperialismo occidental y de la oligarquía. Traición de las dirigencias árabes a sus pueblos, y traición del sionismo a la humanidad: a los judíos perseguidos por el nazismo, a la humanidad que solidarizó con el pueblo judío, a los pueblos árabes al renegar de su rol emancipador e integrador, a los trabajadores al oponer a los judíos a los árabes.

El Estado de Israel, en su compromiso con el imperialismo, ha combatido a los movimientos revolucionarios en todo el orbe. En el ‘negocio’ de la contrainsurgencia con las dictaduras y con los estados imperialistas, ha traicionado al idealismo que busca construir una sociedad más justa y libre, causando directa o indirectamente la muerte de miles de jóvenes luchadores del Tercer Mundo.

El sionismo se casó indisolublemente con el imperialismo. Es plenamente funcional a los intereses hegemónicos occidentales y absolutamente dependiente del sistema capitalista para desarrollarse y sobrevivir. Su destino está inextricablemente ligado tanto al capitalismo como a la suerte de los pueblos árabes.

Los pueblos árabe y judío sólo podrán emanciparse rompiendo la cadena de expoliación, capitalismo – imperialismo – sionismo, a través de la autodeterminación de los pueblos y la unidad de los trabajadores. Sólo el internacionalismo proletario liberará a los palestinos de su condición de parias en su propia tierra, y devolverá la verdadera dignidad al pueblo judío.

(1) Actualmente hay una nueva pugna en ciernes con el Líbano, por el descubrimiento de yacimientos de gas de la Cuenca del Levante.

(2) Los no judíos tienen restricciones en todo orden de la vida social y económica.