domingo, 20 de junio de 2010

HISTORIA DE PALESTINA

Un poco de historia:


El pueblo palestino tiene sus vertientes fundacionales en las antiguas civilizaciones árabes que datan de 5000 a.c. las que fueron nutriéndose a lo largo de la historia con las sociedades que se radicaron en el Levante, como los cananeos y filisteos (éstos últimos le dan su nombre a palestina: Filistin, en árabe)


Palestino es una categoría conceptual para nacionalidad como judío lo es para religión. No existe un pueblo judío en la acepción moderna del vocablo. En la epoca antigua se identificaba como pueblos a los conglomerados humanos que tenían algún componente socio - cultural en común. La religión, junto con establecer valores y creencias en la divinidad, era un factor de cohesión social. Modelaba la cultura y las tradiciones a la vez que era el referente valórico, ético y moral. Desde ese punto de vista se habló de "pueblo" judío. Así es como también se identificó posteriormente al "pueblo" cristiano.


La influencia del Islam en la cultura árabe terminó amalgamando su carácter preislámico con el modo de vida islámico, dotando a los diferentes grupos religiosos de una cosmovisión sustentada en la tolerancia, el cuidado de las tradiciones y la búsqueda de nuevas formas de desarrollo material y espiritual. Es en ese contexto que convivió pacíficamente, hasta el siglo XX, la religión musulmana, mayoritaria en la zona, con las comunidades cristianas y la minoría de religión judía.


Es en esa realidad que el mundo árabe y principalmente el pueblo palestino, acogieron a los judíos que huyeron de Europa durante la inquisición y posteriormente durante la Segunda Guerra Mundial.


Los judíos son de diferentes orígenes étnicos (alemanes, españoles, rusos,etc). No todos los judíos son sionistas; más bien hay, desde hace algunos años, movimientos de judíos antisionistas que propugnan, al igual que la Organización para la Liberación de Palestina, OLP, la existencia de un Estado Palestino democrático y laico donde convivan con igualdad de derechos, judíos, cristianos y musulmanes.


El sionismo es un movimiento político soportado en una ideología que se alimenta fundamentalmente de la doctrina colonial, en una primera instancia, y luego lo hace de sus propios victimarios, el nazismo. Sus prácticas diarias contra la población civil palestina así lo demuestran.


El sionismo se puso al servicio del colonialismo y posteriormente conjugó sus intereses con los de Estados Unidos, para instalar un enclave colonial en la estratégica región de Palestina. Pero luego se apoderó de las principales instancias (Finanzas, Comunicaciones…) de poder en las naciones coloniales como Gran Bretaña, Francia e imperial como Estados Unidos, pasando a controlar sus economías y, en consecuencia, sus decisiones políticas.


El sionismo tuvo como alternativas de colonización, en sus inicios, al Congo, Etiopía y La Patagonia Chilena y Argentina. Primó en sus congresos internacionales y en el lobby colonial la opción por Palestina. Así fue como desde la primera Guerra Mundial promovieron la inmigración a Palestina adoctrinando en tergiversados fundamentos histórico-bíblicos a las comunidades religiosas judías de Europa y utilizandolas como contingente colonizador de Palestina. En 1920 no habían más de 5000 personas de creencia judía en Palestina; el resto eran cristianos y musulmanes (en una población aproximada de 3 millones).


En noviembre de 1947 se da el hito, hasta ahora único en la historia de la ONU, donde se votó dos veces una misma resolución: la de la partición de Palestina, auspiciada por Estados Unidos y Gran Bretaña. Después de una votación contraria a la partición, los gobiernos coloniales chantajearon a pequeñas naciones (tal como lo intentaran hacer recientemente con nuestro país para apoyar la invasión a Iraq) y lograron por un voto su objetivo. Así se formó el ente sionista llamado Israel que desde 1948 ha representado los intereses del imperio en el Medio Oriente y, ahora que es tremendamente poderoso, desarrolla desafiante los suyos propios aun cuando no sean del agrado de su sostenedor. Israel ha destruído gran parte de Palestina, expulsado a la mitad de sus habitantes, asesinado a cientos de miles de palestinos, especialmente niños y mujeres y, apropiado hoy día de casi el 100% del territorio de un pueblo que cultivó sus tierras por milenios y vivió en una mística, natural y genuina relación con su tierra.


El 15 de Mayo marca el 56 aniversario de Al Nakba (la catástrofe), el episodio más desastroso en la historia palestina, 56 años atrás, el Estado israelí fue establecido por medio de la destrucción sistemática de 531 pueblos palestinos y enérgicamente desarraigando, despojando y desplazando a 737.166 refugiados palestinos.


Israel vive de los aportes del gobierno alemán por las compensaciones de la Segunda Guerra (privilegio que nadie más tiene en el orbe), del financiamiento de las instituciones sionistas que cobran a las compañías en poder de judíos y a cada judío en el mundo un monto que es sacado de cada país sin pagar ningun impuesto y, del tesoro de los Estados Unidos que le aporta millones de dólares entre dinero y armamento de última generación para reprimir a las piedras palestinas.


El principal producto de exportación israelí son los servicios de "inteligencia", represión de masas y espionaje. Su mercado objetivo han sido las dictaduras en todo el mundo incluídas las latino americanas y, entre ellas, por supuesto la de Pinochet.


El ente sionista se ha apoderado de las tierras y fuentes de agua de Palestina y las que no, las ha contaminado inutilizándolas para siempre. Con sus aplanadoras, el ejército israelí ha destruído miles de casas y expropiado por decreto miles de hectáreas para establecer a sus colonos, junto con expulsar o asesinar a los ocupantes genuinos para que nadie las reclame. Eso es TERRORRISMO. Israel es lejos el país con más condenas por la ONU y no ha acatado ninguna de sus resoluciones. Israel se constituyó ilegítimamente como un Estado religioso que discrimina a las creencias no judías. Los palestinos en Israel son ciudadanos de segunda clase, careciendo de elementales derechos, siendo identificados con cédulas de identidad, placas de circulación e identificación en general diferente a la de los israelíes. Israel es un Estado segregacionista, práctica solo igualada por el ex régimen sudafricano y hoy casi inexistente en otros países.


Los actos de defensa del pueblo palestino en su territorio ocupado contra las fuerzas israelíes responden al legítimo derecho del ocupado a resistir la ocupación, derecho que está consignado en la carta de la ONU y en la Convención de Ginebra.


Las principales comercializadoras de petróleo y transnacionales del gas en el mundo están en poder de sionistas. También lo están los principales bancos, la producción cinematográfica y cadenas de TV de Estados Unidos, principales medios de comunicación en todos los países del mundo (incluido Chile) y otros negocios estratégicos.


Israel no dialoga y cuando lo hace es porque está tranquilo de que su guardián norteamericano ha ejercido las presiones necesarias para asegurarle el resultado que quiere. Israel utiliza como pretexto la natural reacción de la población palestina contra la poderosa fuerza ocupante para continuar reprimiendo, destruyendo e instalando nuevos asentamientos de colonos en Palestina. Ahora está construyendo el muro de la vergüenza por medio del cual sigue robando tierras a sus legítimos dueños.

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